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“Liderar a este plantel de futbolistas ha sido una experiencia apasionante”
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Febrero 3, 2022 | 4:25 pm
“Liderar a este plantel de futbolistas ha sido una experiencia apasionante”
El exvolante de Barnechea relata su trabajo junto al equipo de jugadores sin club del Sifup, que además es su debut oficial como entrenador. Un proceso que lo mantiene con grandes expectativas, y donde ha demostrado que su sello va más allá de lo futbolístico: “Siempre voy a priorizar la parte humana, por eso mi principio básico es que primero somos personas. Quiero dejar la mejor impresión y una forma de trabajar en conjunto”.
Por Daniela Muga P.
Fotos: Marco Muga
Hace apenas dos meses Cristian Muñoz, “la Nona”, finalizó su carrera como futbolista profesional. Sus 20 años de trayectoria como volante creativo, lo llevaron por clubes como Universidad de Chile, Cobreloa, Coquimbo Unido, Unión San Felipe, y también Barnechea, equipo que lo recibió en su última etapa como jugador y que además lo convirtió en un referente para los hinchas del cuadro “huaicochero”.
Hoy, a sus 38 años, y ya retirado, enfrenta su primer desafío como entrenador, a cargo del plantel de jugadores libres del Sifup. Una aventura que lo tiene con grandes expectativas para su futuro profesional, donde lo acompaña un cuerpo técnico que formó hace más de un año, compuesto por Nicolás Ortiz (ayudante técnico) y Felipe Ortiz (preparador físico).
“Los desafíos uno los toma cuando se siente preparado, por eso hoy estoy acá asumiendo como entrenador de los jugadores libres. Junto a mi cuerpo técnico nos preparamos por mucho tiempo, desarrollando una metodología que es la que hoy estamos implementando, así que todas las ideas que teníamos en nuestra cabeza se han ido materializando para conseguir la mejora de nuestros jugadores”, asegura Muñoz.
Su retiro como futbolista profesional se concretó hace muy poco, en diciembre del año pasado, ¿fue una decisión pensada?
Sí, fue totalmente planificada. Sentí que era el tiempo prudente para poder retirarme, porque mi último año jugando en Barnechea no fue de los mejores, entonces seguir prolongando la actividad no me permitía estar contento ni ser feliz dentro de la cancha.
Creo que era el tiempo justo e indicado para despedirme, además ya tenía mi proyecto de empezar mi carrera como DT, y la verdad es que como jugador sólo me estaba manteniendo; en cambio como entrenador sentía que la proyección era mucho más amplia para mí. Entonces, ya quería empezar ese desafío de dirigir, y dejar de lado mi carrera dentro de un campo de juego, y pasar a esta otra área de la dirección técnica. Finalmente, en diciembre del año pasado me retiré, fue difícil, pero estoy feliz de haber jugado 20 años.
¿Influyó mucho la última temporada que jugó en Barnechea para tomar la decisión del retiro?
Sí claro, el año 2021 no fue bueno. Deportivamente fue muy malo para Barnechea, porque descendimos, y eso apresuró bastante la decisión de finalizar mi carrera como jugador profesional, porque en realidad entras en un proceso de cuestionamientos. Al no ser un buen año futbolísticamente, todo se apresuró para mí.
Lo que sí me deja muy tranquilo es que terminé de una buena manera, porque estuve siempre disponible para los requerimientos del entrenador, sin lesionarme y en óptimas condiciones para enfrentar cada partido. Así que eso me deja tranquilo, porque hasta el último día estuve físicamente bien, y esa era la manera como quería retirarme: en cancha y jugando.
¿Cómo fue ese período de transición, de pasar de su rol de jugador a tener tan rápidamente su debut como entrenador?
La verdad es muy distinto todo y ha sido muy rápido. Pasas de estar a las órdenes de un cuerpo técnico, a ser tú el gestionador de todo y a liderar un proceso de entrenamientos. Pero ese período de transición fue muy cortito para mí, porque me retiré en diciembre del año pasado, y antes ya estábamos planificando con el Sifup el trabajo que se realizaría junto a los jugadores libres.
De todas maneras, yo me sentía absolutamente preparado para tomar este nuevo desafío, porque ya en el año 2017 me titulé como director técnico, y después seguí preparándome mucho tiempo. Y en eso el Sindicato fue fundamental, porque pude continuar estudiando y prepararme aún más, a través de los cursos que nos entrega el Sifup. Finalmente, lo que quiero decir es que toda esa preparación permite que la transición sea mucho más rápida, porque ya te sientes listo para comenzar una nueva etapa y un nuevo trabajo.
¿Cómo podría evaluar este primer mes de entrenamiento junto a los jugadores libres, que además es su primera experiencia como DT?
Ha sido espectacular, realmente un desafío motivante para mí. Liderar a este plantel de futbolistas es una experiencia apasionante y llena de aprendizaje, porque de verdad que cada día es un desafío, el poder mejorar a los jugadores y conectarme también con cada uno de ellos. Lo más lindo es que esta experiencia me ha permitido traspasar lo que viví en mis 20 años como jugador, pero desde otra mirada, desde la mirada de un director técnico, es decir liderando a un grupo de jugadores y a un cuerpo técnico.
Lo importante es que todo ha sido muy profesional. Ya desde noviembre estábamos planificando con el Sifup la organización de los entrenamientos, donde tuvimos la oportunidad de reunirnos con los directores y ver las problemáticas que se habían generado en procesos anteriores. Es decir, con mi cuerpo técnico partimos conociendo el escenario donde uno se va a insertar, y en ese proceso vimos cada punto, por ejemplo, cómo se implementarían los PCR, planificamos todo antes, y eso nos hace sentirnos muy bien con lo que se ha realizado hasta el momento.
Lo mejor es que hemos ido creciendo como cuerpo técnico, y hemos tenido mucha capacidad de resolución cuando se han presentado inconvenientes, que han sido muy pocos.
¿Cuál es el sello de Cristián Muñoz como entrenador?
Sin duda, mi sello será siempre priorizar la parte humana, por eso mi principio básico es que primero somos personas. Yo me puedo equivocar quizás en decisiones técnicas, en un entrenamiento, en un partido, pero como persona nunca le voy a fallar a los muchachos de mi plantel, jamás. Ese tipo de cosas no se transa, y como lo decía recientemente primero somos personas, y después somos jugadores, técnicos, etc.
Mi sello va más allá de lo futbolístico. Quiero dejar la mejor impresión, dejar una forma de trabajar en conjunto, tener buenas relaciones humanas, pero no sólo con los jugadores, si no que también con las distintas áreas del Sifup que también interactúan y apoyan en este proceso de entrenamientos de jugadores libres. La idea es que tengamos una visión compartida y con los mismos objetivos.
Ese sello se refleja en la buena relación que mantiene con los jugadores…
Sí, la verdad es que me he conectado con cada uno de ellos. Trato de conocer sus historias, de dónde vienen, me preocupo de saber si se están alimentando bien, porque yo puedo exigir muchas cosas, pero si no conozco la realidad de la gente que me rodea, no tengo ninguna posibilidad de que este proceso de entrenamientos pueda ser eficiente. Es decir, si no conozco bien a mi plantel, es muy difícil que después ellos puedan realizar en la cancha lo que yo busco de cada uno.
Por eso reitero la importancia de la parte humana, conocer primero a la persona, y así después poder exigirles.
¿Se hace más difícil dirigir a jugadores que están sin club y que están pasando por un período de cesantía?
Claro, porque es muy diferente. Por eso, aquí hay un punto súper importante que como cuerpo técnico tratamos de implementar día a día: que todo el tiempo que los jugadores pasen aquí en los entrenamientos, tenemos que entregarles lo mejor, y eso implica muchas cosas, desde un buen desayuno hasta darles proteínas, mostrarles material audiovisual con sus jugadas, con los partidos, etc.
Hasta el último día que estemos a cargo, nos vamos a entregar por completo para que ellos se sientan profesionales. Y después del proceso, ciertamente hay algunos que van a encontrar club y otros que no, pero la única tranquilidad que vamos a tener es que nosotros como cuerpo técnico entregamos lo mejor y todas las herramientas para que los jugadores cumplan su objetivo final que es encontrar un equipo profesional.
Pensando en la situación en la que se encuentran los jugadores libres, que se entiende que es difícil por todo lo que significa la cesantía, toma mucho sentido lo que usted mencionaba sobre la importancia en la parte humana…
Como cuerpo técnico tenemos que aplicar la “empatía emocional”, que es ponerse en el lugar de lo que está sintiendo el otro, que en este caso es lo que está sintiendo el jugador, y conectarse con él. Por eso, para nosotros siempre será muy importante la parte humana, sobre todo en este tipo de planteles, donde se entiende que hay una situación de estrés y presión para el futbolista.
¿Cómo valora este tipo de beneficios que entrega el Sindicato a los jugadores libres?
Esto es extraordinario, de verdad que yo siento una gran admiración por la gestión de Gamadiel García y de la gente que trabaja en el Sifup. Tenemos de todo para realizar un proceso de entrenamientos de primer nivel, y ahora estamos entrenando en un complejo deportivo increíble, que acaba de adquirir recientemente el Sindicato, que incluye gimnasio, canchas de buena calidad, camarines. Así que he tenido la fortuna de dirigir el primer proceso de jugadores libres que se realiza en el nuevo complejo deportivo y que es para todos los futbolistas de Chile.
¿Cuáles son sus expectativas de esta primera experiencia como DT?
Mi expectativa siempre será mejorar al jugador. Ahora me interesa eso principalmente, por el momento quedan postergadas mis expectativas personales de mostrar mi trabajo, hoy sólo queremos que los jugadores libres sean los que se muestren, que cada uno alcance su mejor versión, y que por supuesto encuentren club en las condiciones más optimas. Esa es mi mayor expectativa y de todo el cuerpo técnico.